Grupos terroristas de ideología indigenista exigen una disculpa oficial del papa Francisco por la supuesta responsabilidad de asesinato de miles de menores indígenas, que según el relato de estos, fueron internados en centros católicos durante el siglo XX.
Los restos mortales de al menos 182 niños indígenas han sido descubiertos en un antiguo internado administrado por el Estado de Canadá, en un poblado al norte de Vancouver, el cual fue colonizado principalmente por ingleses anglicanos, quienes junto al resto de la colonización protestante en el subcontinente norteamericano, perpetuaron la esclavitud hasta los inicios del siglo XX. Este hallazgo en las zonas de colonización inglesa donde se llevó a cabo este genocidio indígena, ha provocado la reacción e instrumentalización por parte de grupos anti-católicos, para la quema de iglesias a lo largo del país, asumiendo los extremistas anti-católicos, que es esto responsabilidad de la Iglesia Católica.
En la Columbia británica, incluso, van a poner vigilancia a sus templos, porque, aunque aún no hay una vinculación oficial, estos incendios ocurren justo después del desolador hallazgo. A lo largo de los últimos meses se han localizado más de mil tumbas de niños indígenas en estos centros del estado canadienses repartidos por todo el país.
En esos lugares confinaron y torturaron salvajemente a más de 150.000 menores durante el siglo XX. Los separaban de sus familias, les daban nuevos nombres y se les prohibía hablar en sus idiomas, con el fin de limpiar étnica y culturalmente la sociedad canadiense.
Así lo recuerdan algunos de los supervivientes. “Nos cortaban nuestros largos cabellos y nos rociaban con insecticida”. Hablan de torturas y de golpes diarios, pero para muchos de ellos, fue aún más aterrador y es que se estima que alrededor de 4.000 niños fueron asesinados.
Más de 1.000 cadáveres encontrados en tres fosas
Por el momento se han encontrado tres fosas que lo certifican. En la primera, localizada en mayo, hallaron 215 tumbas. Unas semanas después, fueron 751. Y esta misma semana han encontrado 182 nuevos restos.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha pedido perdón, reiterando una condena a los crímenes contra indígenas del Gobierno en 2008, y asegurando que esto equivale a un “genocidio”.
Mientras, los hallazgos se suceden causando un insoportable dolor a su pueblo, y la investigación de las autoridades continúa con el objetivo de remediar una discriminación racial durante generaciones, que el Estado Liberal Canadiense durante el siglo XX realizo con el fin de homologar cultural y racialmente al país.
Los grupos politizados y extremistas que insisten en el aprovechamiento político de esta situación, exigen también un perdón por parte del Vaticano.
Pese al intento constante de culpar a la Iglesia Católica, el contraste entre el mundo anglosajón y el hispano es notoria. Mientras el primero, conquistado principalmente por franceses, ingleses y holandeses, de religión protestante, calvinista y anglicana, perpetraron el habitual modo de limpieza racial en sus territorios conquistados, los Reinos Españoles, incluso con anterioridad a su independencia y período republicano, ya mantenían en su llamado derecho indiano, la igualdad de los súbditos ante la corona, tanto a peninsulares (Españoles), como a indígenas nativos.
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