De repente Kaiser mentó la Patria, dijo Patria, habló de defenderla, de cobijarla, de pelear por ella
Teresa Marinovic tiene un punto para rendirle un honor a Johannes Kaiser. Era poco antes del estallido fecal, no recuerdo exactamente si a fines de 2018 o durante los primeros o mediados meses de 2019. Tampoco lo voy a verificar porque lo tengo fijo en la memoria. Era un en vivo en el canal de YouTube El Nacional Libertario (el video debe estar aún ahí). Ella y Kaiser conversaban de actualidad y no actualidad. Recuerdo que ella “vapeaba”, pues me llamó la atención. De repente Kaiser mentó la Patria, dijo Patria, habló de defenderla, de cobijarla, de pelear por ella. Uno, como oyente, estuvo de acuerdo, pero enseguida, cual acotación, bastante como burla, Teresa le espetó algo así como que eso de la Patria era anticuado, ridículo, poco cool. Me espantó. Y no recuerdo exactamente si Kaiser la contradijo o corrigió, o de qué manera lo hizo.
En fin, que la anécdota quedó ahí, como vibrando en los meses que siguieron. Y luego estallaron las heces del estallido fecal, salpicando de mierda todo el país, la convivencia, las relaciones familiares, amicales, laborales, unas más, otras menos, todas algo.
Vino la claudicación de Sebastián “Emparan” Piñera, la turbia negociación, la falta de coraje de él y sus ministros, subsecretarios, congresales y otros afines. Ni siquiera defendió a los uniformados o civiles (sobre todo los primeros) que le salvaron el pellejo y que hasta el día de hoy acuden a ayudas para simplemente sobrevivir y/o pagar abogados (y su viuda y sus hijos y sus nietos, muy ricos todos, ¿habrán puesto un peso?). Y que hicieron posible que cumpliera sus cuatro años constitucionales.
En fin, que vino todo eso y conocemos la valentía con la que respondió, reaccionó, persistió y persiste Teresa Marinovic frente a los dos procesos “prostitucionales” y en todo lo demás. Así, ella, quizá también recuerda la anécdota a que me refiero, y cómo Kaiser tuvo razón de hablar de Patria, de mentarla, de defenderla. Y quizá algún día, ojalá pronto, ella pueda hacer un pequeño gesto hacía Kaiser en relación esa anécdota, que antes del estallido fecal, en aquel modesto programa de YouTube, no tuvo nada de anacrónico ni anticuado, sino por el contrario de algo adelantado y certero. Cierto.
Ilustre Hueveta, Santiago, febrero de 2025
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