Elon Musk, liderando el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), está revolucionando la administración pública en Estados Unidos. Con su enfoque directo, ha logrado reducir gastos innecesarios y optimizar recursos, generando un impacto positivo en la economía.

Esta transformación también está afectando a los medios de comunicación tradicionales, especialmente aquellos alineados con agendas de poder. Al disminuir el despilfarro estatal, se reducen los fondos destinados a subvenciones y contratos publicitarios, lo que deja a estos medios sin recursos y obliga a muchos periodistas a buscar nuevas oportunidades.
Según un artículo de The Guardian, los recortes en agencias federales han llevado al cierre de medios independientes en países como Ucrania y Afganistán, dejando a muchos periodistas sin trabajo.
Así, mientras el DOGE de Musk pone fin al derroche gubernamental, también promueve una prensa más independiente y menos influenciada por intereses económicos, fomentando una sociedad mejor informada y más crítica.