El Papa Francisco, de 88 años, ha sido ingresado en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una bronquitis persistente. Aunque su estado de salud ha generado preocupación, la Santa Sede ha asegurado que el Santo Padre está recibiendo los cuidados necesarios y se mantiene con ánimo sereno. Su fortaleza en medio de la enfermedad es un testimonio de su entrega a la Iglesia, incluso en la fragilidad de la vejez.

A lo largo de su pontificado, Francisco ha sido un Papa que ha defendido con firmeza la fe y la misión de la Iglesia. Su llamado a la caridad y a la evangelización ha sido un motor para millones de católicos, recordándonos que la verdadera reforma no es mundana, sino un retorno constante a Cristo. Ha sostenido con claridad la enseñanza sobre el matrimonio, la familia y la vida, a pesar de los embates del mundo moderno. Además, su devoción mariana y su cercanía con los fieles han revitalizado el amor por la tradición y la piedad popular.
Hoy, más que nunca, los católicos debemos estar unidos en oración por la salud del Vicario de Cristo. Que el Señor le conceda la fortaleza para seguir guiando a su rebaño y que la Virgen Santísima lo proteja en este momento difícil. Recemos por el Papa Francisco, para que, si es la voluntad de Dios, pueda seguir sirviendo a la Iglesia con la sabiduría y el amor que lo han caracterizado.