Mientras Chile hace gala de tener los peores resultados en matemáticas y comprensión lectora de la OCDE, el gobierno busca adoctrinar por más tiempo a tu hijo.

Para sorpresa de muchos, el día 5 de diciembre del año 2024 se impartió un oficio del Ministerio de educación el cual da la luz verde a la obligatoriedad de ramos de “Lenguas y culturas indígenas” en todos los colegios de Chile.
La orden inserta a la ley N°19.253, corre para los establecimientos que tengan un 20% de estudiantes pertenecientes a comunidades indígenas, que con lo fácil de conformación una comunidad es una mera excusa; con contenidos tan interesantes como las lenguas indígenas, aunque nuevamente han olvidado a los atacameños y Kunza habla nadie porque hay dialectos bolivianos más atractivos para enseñar; ¿y cómo olvidar la complejidad teológica y matemática de la armonía de la cosmovisión reche, ya expuestas por la gran Elisa Loncón en la universidad de Harvard (Ironía) que a partir de ahora tus hijos podrán aprender por tan solo el dinero de tus pensiones.
Mientras que el resto de chilenos no pertenecientes a comunidades, les fue arrebatado el latín por Andrés Bello porque “hay cosas más importantes que aprender”, deberán de conformarse con las clases de leyenda negra en que serán tratados como inferiores solo porque descienden de los malvados Españoles, y se tragarán la cosmovisión pagana, porque al Estado le da alergia la religión católica tal como afirmó el Obispo Fernando Chomali el viernes 31 de enero.
“Por sus frutos los conoceréis” dijo nuestro Señor, y lo vemos en los descendientes del masón Bello quienes se empeñan en atacar la hispanidad mientras Chile desfila en el último puesto de competencias matemáticas y comprensión lectora en la OCDE.

Informe de la OCDE.
Llegando a un 44% de adultos incompetentes en las ya mencionadas disciplinas y con unos resultados PAES catalogados como “inflados”, exponen la problemática de la educación en Chile en lo referente a la lógica más elemental. A diferencia de otros analistas esmerados en culpar a los colegios privados, aquí se culpa al movimiento pingüino quienes arruinaron la educación pública y mantuvieron el ideal de Bello de la educación laica.
Hasta entonces, esperemos los excelentes éxitos de la venidera literatura en Kunza, que libros son ocho y críticos son tres; uno de apellido nórdico cuyo apellido es impronunciable, otro es rubio y fan de Milei y el último es un santiaguino quien disfruta las competencias lectoras dadas por el Mineduc vino en mano y cigarro en tango.