Emilia Pérez, un insulto a México rodeado de parodias (Noticia completa).

El origen del desastre

El pasado 23 de enero se estrenó en México la película francesa “Emilia Pérez”. La cual trata sobre un narco mexicano (Manitas) que “cambia de sexo” para huir de su pasado asesino, volviendo a México varios años después para intentar recuperar a su familia. Siendo México, irónicamente, uno de los últimos países en ser exhibida, causando el repudio de todo el público hispanoparlante e incluso del mundo europeo y angloparlante.

Dirigida, por el director francés Jacques Audiard, protagonizada por el actor español trans “Karla Sofía Gascón”(Manitas), junto a las estadounidense Selena Gómez y Zoe Saldaña, y estrenada el 18 de mayo de 2024 en la 77.ª edición del Festival de Cannes; la película ha venido causando gran polémica en redes sociales por el nulo tacto a la hora de tratar la temática del narcotráfico y sus víctimas del mismo en México, además de la nula preocupación por reflejar la realidad mexicana con fidelidad y verosimilitud, hasta el punto de no tener ningún actor mexicano en su elenco y poseer diálogos que parecían haber sido traducidos en Google. Además de causar controversia por  la enorme cantidad de premios a los que ha sido nominado el film, habiendo ganado varios premios en el festival de Cannes y teniendo 12 nominaciones a los Oscars, pese a la pésima dirección, actuaciones y números musicales que presenta la obra. Dando la impresión de que se la está premiando por tener un actor trans en su elenco y tocar problemáticas mexicanas; en vez de su calidad narrativa y la manera en que aborda dichas problemáticas, en vez de solamente tocarlos y ya.

Partiendo por la trama, esta carece de impacto ya que ninguno de los personajes es realmente afectado por el narcotráfico de manera directa, ninguna teniendo algún familiar desaparecido por el mismo o alguna otra tragedia relacionada al narco, prefiriendo centrarse en la transición de sexo  del protagonista “Manitas”, y su relación con su esposa (interpretada por Selena Gómez)  y la abogada que ayudaría al protagonista a tener una nueva identidad (intepretada por Zoe Saldaña). Si bien la película intenta rectificar con Manitas, ahora Emilia Pérez, intentando ayudar a las víctimas de sus actos mediante una institución benéfica, esto recae en un patético intento de blanquear a un narcotraficante; teniendo la obra el descaro de mostrarte, al final de la misma, que Emilia Pérez se convirtió en un Santo, en un nefasto intento de subvertir al Catolicismo, siguiendo la tendencia actual de la elite de colocar el transgenerismo y la sodomía como algo purificador, que te hace intrínsecamente bueno, haciendo el ridículo en el proceso. 

En cuanto a ejecución uno de los aspectos que salta a la luz inmediatamente es la falta de actores mexicanos, en una película sobre México, sin embargo esto no garantiza por ninguna razón una buena actuación, teniendo una pésima interpretación por parte de todo el elenco, destacando especialmente Selena Gómez en uno de sus peores papeles, donde habla en un pésimo español lleno de estereotipos mexicanos, justificado en que su personaje está aprendiendo el idioma (cosa que nunca se menciona en la película, sino que parece una excusa sacada a última hora por el director), teniendo diálogos como “hasta me duele la pinche vulva de solo acordarme de ti”. Todo este festival de malas decisiones narrativas e interpretaciones se ve amplificada por el hecho de que el producto audiovisual se trata de un musical, desenvolviéndose horriblemente las “actrices” en este apartado, destacando especialmente “La vaginoplastia”, con estrofas como “men to woman or woman to men, from pene to vagina”, y  la nominada al Óscar “El Mal”, que a sido comparada en redes sociales con el personaje de Shrek “Encantador” cantando en el arco final de Shrek tercero. 

Sin embargo, esto no termina con la pésima premisa, insultante para cualquier mexicano que allá vivido en carne propia las tragedias del narcotráfico, los estereotipos raciales, los pésimos diálogos (que jamás diría ningún mexicano), las canciones horribles, el intento de imponer una ideología sodomita mediante la subversión y los inmerecidos galardones debido a esto último; ya que este parece ser un caso donde podemos tirar y tirar del hilo, y este nunca se acabara.

“El español es un idioma de pobres”

Partiendo por declaraciones del director de este bodrio, este afirmó en una entrevista que no investigó sobre la cultura mexicana antes de hacer su película y que sus conocimientos sobre México ya era suficientes para realizarla. Posteriormente, tras ver el rechazo que está teniendo su película para los hispanos, el cineasta declaró, en una entrevista en México, que se disculpa si había ofendido a los mexicanos en alguna forma. Finalmente, al volver a Francia este declaró que “el español es un idioma de países modestos, de pobres e inmigrantes“. Esto último denota que todo el horror al que están sometidos miles de mexicanos no significan nada para el director, solo morbo y premios fáciles de ganar, y permite entender que Jacques Audiard vive en una burbuja de privilegio, que no le permite ver a personas de otros países como iguales, que cuando “aprecia otra cultura”, lo hace hacia abajo, desde el “pobrecito”.

Entremedio saltaron a la luz frases como “una española pudo interpretar de mejor manera la realidad mexicana que los propios mexicanos”, cosa que deja patente el egocentrismo del elenco. Por ultimo, la directora de casting aseguró que la razón de que solo haya una actriz mexicana, que ni siquiera es protagónica, era la falta de talento en el país. Lo cual es injustificable considerando el pésimo desempeño del elenco.

Tras todas estas polémicas la película no tardó en convertirse en la burla de todo el mundo hispano, acentuando el contraste entre la ofensa que significó para el pueblo mexicano y los galardones dados por las elites europeas y estadounidenses, amparados, por supuesto, en su ego y afán de parecer empáticos con los “inferiores latinos”.

Parodias en tiempo récord

Entre las burlas destacan todos los memes realizados con la ya icónica frase de Selena Gómez “hasta me duele la pinche vulva…”, las burlas a las pésimas canciones y coreografías, y las señalizaciones a los agujeros de guion de la cinta. Además de parodias como el resumen del usuario/animador Estrauverri, disponible  en YouTube, y los cortos de Eggmilia Pérez, parodia que satiriza el pésimo español de Selena Gómez con el estilo de huevocartoon. Sin embargo la parodia definitiva a este horrible largometraje, sin duda, es la película Johanne Sacrebleu.

Johanne Sacreblu es una película de tan solo 28 minutos creada por el activista trans de origen mexicano “Camila D. Aurora” que fue realizada mediante cooperaciones (logrando recaudar rápidamente 37.000 pesos mexicanos), en tiempo récord, como respuesta y homenaje a Emilia Pérez. En tan solo un par de días crearon una obra que se burla de las problemáticas de Francia, representando al país de manera estereotipada y parodiando las tendencias de los directores europeos. 

La película trata sobre Johanne Sacreblu, el hijo trans de los Sacreblu de villa Croissant, una de las principales familias productoras de baguette, y que están enemistados con la familia Ratatouille, familia productora de croissant. Tanto Johanne, como la hija trans de los Ratatouille, Agturo Ratatouille, se verán envueltos en una competencia entre ambas familias por ver qué alimento representa mejor a Francia, mientras secretamente comienza a nacer el amor entre ambos jóvenes.

Según sus productores y el público de redes sociales, el cortometraje refleja fielmente la realidad francesa, con frases como “hasta me duele la pinche crep de solo acogdagme de ti”, su vestuario lleno de bigotes franceses, la constante mención del mal olor en el país, la mención del hortelano al Armagnac y la aparición de personajes icónicos como Lady Bug, Cat Noir y Bomb Voyage.

Pese a que la película solo critica superficialmente al estado actual de Francia y bajo el mismo parámetro ideológico que el director de Emilia Pérez, reflejado en la frase “bienvenido a la france, pero si eres musulmán, homosexual o negro yo te quiero lejos”, la obra logra su cometido al parodiar las problemáticas de Francia con la misma insensibilidad que el film al cual parodia, volviéndose rápidamente en un favorito del publico en redes sociales, ya teniendo más de un millón y medio de visualizaciones en YouTube y una puntuación de 9.8 en IMDB. Con un publico activo en redes exigiendo que se exhiba en cines Camila D. Aurora recibiría la oferta de tener su película en cartelera, siempre y cuando se viralicé el hashtag #JohanneSacrebluEnPantallas, logrando este hecho hoy 30 de enero de 2025, por lo cual la exhibición de este cortometraje, por parte de la cadena Cinedot, ya es una realidad eventual. 

Para más remate frente a esta situación, en la película de Emilia Pérez sale una página llamada “Lucecita.com.mx”, de la organización benéfica que forma parte de la trama, al entrar a ese sitio en la vida real nos encontramos con que alguien compró el dominio web y solamente puso la película de Johanne Sacreblu.

Ante todas estas burlas el actor protagónico “Karla Sofía Gascón” salió a victimizarse, afirmando que los ataques a Emilia Pérez eran una forma de discriminación hacia él. Que toda crítica hacia su pésimo trabajo y el de sus compañeros se debe a la transfobia y comparando las críticas con la persecución de los nazis a los Judíos (Como si el tuviera una idea medianamente cercana de lo que es estar en un campo de concentración). Similar al caso, y esto lo digo como chileno, de la pésima película “Una mujer fantástica” que igualmente recibió un Oscars solo por agenda, han decidido intentar usar la discriminación como chaleco anti-crítica. Sin embargo en este caso ya no hay excusa, ya que, de ser así, el gran recibimiento del trabajo de Camila D. Aurora no tendría explicación alguna, teniendo este montones de fanart y parodias alabando el cortometraje y demostrando el cariño que le ha tomado el público rápidamente. 

Terminando con este apartado, es de gran mención que “Johanne Sacrebleu” parece estar gustando al público francés, debido a los múltiples comentarios de apoyo en ese idioma e incluso recibiendo un comentario desde suiza, de un usuario quejándose de la visión estereotipada que posees Emilia Pérez de su país natal.

¿Propaganda mal hecha?

Con el evidente triunfo de Donald Trump, mucho antes de las elecciones debido a la pésima gestión de Joe Biden y el aparente fraude a través del cual llegó al poder, es curioso que la película del autor francés trate dos temas a los que la nueva administración viene a poner solución, la transtextualidad y la inmigración. Considerando que dos de las primeras acciones que tomó el presidente estadounidense en su nuevo mandato fueron declarar que solo existen 2 géneros e iniciar deportaciones a criminales es sospechosamente conveniente que la película haya salido por estas fechas, similar al caso de la “obispa” (y “una mujer fantástica”, en el caso de chile hace varios años), este film parece haber sido ideado para marcar pauta al ser premiada por la academia, independientemente de la administración.

No obstante, el gran rechazo de prácticamente todo el mundo, con excepción de las elites degeneradas de extrema izquierda de Hollywood, parecen haber truncado su objetivo inicial, irónicamente demostrando ante el público la ceguera ideológica de los “grandes cineastas” y acentuando la división entre el público y la academia.

¿Están intentando ocultar Emilia Pérez?

Hasta este punto la película es todo un fracaso, no logrando recaudar ni la mitad de su inversión, pese a todos los galardones, siendo condenada por todo el mundo hispano y la mitad del resto del mundo occidental. La exhibición en cartelera de este film se retrasó en México, hasta el punto de, vergonzosamente, ser de los últimos países en estrenarse, casi como si hubieran querido evitar las críticas adrede. Para agregarle sal a la herida, Cinépolis ha dicho que el sello de garantía (que permite un reembolso si decides que no te gustó la película antes de los 30 minutos) es solo una advertencia y que no representa un reembolso real (como si supieran desde antes que la gente utilizaría esta cláusula para boicotear la película), cuestión que significa una falta a los derechos del consumidor y que ha terminado involucrando al organismos gubernamentales de mexicano “Profeco”(Procuraduría Federal del Consumidor). 

Por otro lado en los Oscars se ha optado por eliminar el segmento de musicales a la hora de entregar el galardón a mejor canción, el cual era uno de los segmentos más icónicos, teniendo una gran recepción del público. Sin embargo, al tener 2 nominaciones por parte de Emilia Pérez, lo cual significaba tener que exhibir 2 de sus canciones, las cuales ya han quedado patentes como mediocres, resulta bastante coincidente el que prefieran simplemente pasar a la premiación en vez de mostrar uno de los momentos favoritos del público. Incluso Selena Gómez, quien se dedica al mundo de la música, al preguntarle si cantaría alguno de los temas del film, dijo que prefería que sus coestrellas lo hicieran.

Toda esta situación es como si ya se hubieran dado cuenta de que se equivocaron terriblemente al considerar a esta película como una fiel representante de las problemáticas del mundo hispano, como si supieran que, de premiar e este bodrio, los Oscars finalmente perderían todo su estatus, por fin viendo la totalidad de la gente, por lo menos en el mundo hispano, a los Oscars como lo que realmente es en la actualidad: Un dispositivo de propaganda ideológica, que premia la agenda antes que la calidad.

Finalmente, tras todo lo acontecido, el actor “Karla Sofía Gascón” declaró en una entrevista en Brasil, que todo esto parece ser un boicot por parte del equipo de otra actriz nominada al Óscar, cosa que claramente está alucinando, pero que propicia la posibilidad de que “Karla” sea descalificada de los Oscars, ya que no está permitido criticar o difundir rumores con respecto a otros nominados mientras las premiaciones siguen en marcha.

Gringos creyéndose hispanos

Ante todas estas polémicas a quedado algo muy patente, la burbuja en la que viven las figuras del mundo del entretenimiento y la desconexión que tienen a la hora de reflejar fielmente una cultura ajena, en vez de su agenda ideológica; ya que este caso nos remite a “Oye Primos, serie animada de Disney que ofendió al mundo hispano hace relativamente poco, debido a la cantidad de estereotipos raciales y la pésima sintaxis del título; además de decisiones horribles como llamar a la ciudad del programa “Terremoto High, hogar del crack”. Al igual que con Emilia Pérez, los encargados del show se justificaron en que, pese a que no tenían miembros hispano en el staff, la directora y otros miembros eran de origen “latino”, razón por la cual no se hizo una investigación antes de realizar el programa, similar a Selena Gómez y Zoe Saldaña creyendo que pueden representar fielmente a los “latinos” solo por ser de origen hispano, sin tomar en cuenta que no viven en esa realidad. La polémica de Oye Primos llegó demasiado lejos cuando la actriz de voz de la protagonista salió en redes sociales a defenderse, diciendo que “el español es un idioma de colonizadores y genocidas, por lo cual no es valido que critiquen que no se esta hablando bien el idioma“, similar, aunque de manera inversa, a Jacques Audiard afirmando que el español es un idioma de gente pobre.

Otro ejemplo de gringos creyéndose hispanos es la numerosas cantidad de veces en que estadounidenses se han quejado de artistas que dibujaron personajes de ficción, canónicamente iberoamericanos, con un tono de piel más claro, demostrando que estos tiene una visión totalmente estereotipada del resto del continente; creyendo que todos debemos ser obligadamente morenos en esta región del mundo para ser considerados hispanos. Toda esta situación derivo en la creación del #ShutUpGringo, tras el intento de cancelación, por parte de estadounidenses “latinx” (nombre con el cual se autodenominan los hispano descendientes con tendencia de extrema izquierda), a un artista que había hecho un fanart de la película “Encanto” con tonos de piel más claros, uniéndose la región en contra de la ignorancia y estereotipos de los gringos hacia el mundo hispano.

Recientemente la actriz, parte del bodrio, Selena Gómez saldría en redes sociales llorando, de manera patéticamente chistosa, por las deportaciones que estaría realizando Donald Trump, pretendiendo empatizar con los hispanoparlantes, ignorando la enorme cantidad de de hispanodescendientes que votaron por Trump debido a que ellos también están hartos de los inmigrantes ilegales y de la delincuencia que llega con esta. Siendo la mayoría de deportaciones delincuentes, además de inmigrantes ilegales.

Estos hechos demuestran que los estadounidenses “latinx” no ven con respeto al mundo hispano del cual desciende, sino como una etiqueta a través de la cual victimizarse y ganar puntos sociales ante el público de una determinada posición política de extrema izquierda. En ese sentido, es un orgullo el ver como poco a poco los hispanohablante nos vamos levantando y uniendo en contra de estas políticas e ideologías identitarias provenientes de la élite europea y anglo que, antes que buscar comprender nuestra cultura, prefieren utilizarnos como un mero chivo expiatoria, como una medallita o una intersección de deconstrucción más, funcionales a una agenda (como un perrito), y no a nosotros mismo y a nuestras creencias más sagradas. ¿Serán todos estos casos los gatillantes de una respuesta cultural ante depredación utilitarista del mundo woke hacia los hispanoamericanos?


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