La extinción silenciosa de los chilenos: ¿por qué ya no nacen?

En 2025, Chile enfrenta una alarmante realidad demográfica: su tasa de fecundidad en 2024 fue de apenas 0.89 hijos por mujer, muy por debajo del umbral de reemplazo generacional de 2.1. Este dato coloca a Chile entre los países con la tasa de fecundidad más baja del mundo, solo superado por Corea del Sur, y refleja una tendencia que pone en serio riesgo el futuro de la población chilena. Las causas de este fenómeno son complejas, pero entre los factores más determinantes se destacan el consumo masivo de pornografía, el abuso de métodos anticonceptivos y la política pública que facilita la esterilización.

El consumo de pornografía y su impacto en la natalidad

Chile es el país con mayor consumo de pornografía en América Hispana, lo que tiene profundas implicaciones en la visión de la sexualidad y la procreación. La constante exposición a contenido pornográfico, especialmente desde la adolescencia, distorsiona la percepción de las relaciones sexuales, desvinculándolas de la procreación. En lugar de ver la reproducción como un acto natural, muchos jóvenes priorizan la gratificación inmediata, lo que contribuye a evitar el compromiso de formar una familia.

El abuso de anticonceptivos y la esterilización promovida por el gobierno

Otro factor relevante es el uso extendido de anticonceptivos desde temprana edad. La disponibilidad de métodos anticonceptivos ha aumentado significativamente, uso excesivo ha llevado a muchos a ver la maternidad y la paternidad como opciones menos deseables. Además, el sistema de salud pública de Chile facilita la esterilización, con procedimientos como vasectomías y ligaciones de trompas disponibles de manera gratuita y fácil acceso. Mientras tanto, el sistema está sobrecargado, y personas con enfermedades graves mueren en listas de espera sin recibir atención, lo que muestra una contradicción en las prioridades del sistema.

Una tendencia preocupante

Aunque la baja fecundidad no es exclusiva de Chile, la rapidez con la que ha descendido coloca al país por debajo de la mayoría de las naciones del mundo. Según datos de la ONU y el Banco Mundial, la tasa de fecundidad mundial promedio es de 2.4 hijos por mujer, y Chile ha superado a países como Japón y Corea del Sur, que también enfrentan una crisis demográfica. La confluencia de factores como el consumo de pornografía, el abuso de anticonceptivos y las políticas públicas que facilitan la esterilización están acelerando este proceso de extinción demográfica.

El futuro de Chile: ¿una extinción inevitable?

Si esta tendencia continúa, Chile podría enfrentar una extinción demográfica a largo plazo. Con una tasa de fecundidad tan baja, la población activa disminuirá, afectando la productividad y el sistema de pensiones. Además, el envejecimiento de la población presionará los servicios de salud, creando un escenario donde los recursos no serán suficientes para cubrir las necesidades de una población cada vez más envejecida.

Lo más preocupante es que la baja natalidad no es solo una cuestión de recursos, sino de desmotivación. La esterilización promovida por el gobierno, el abuso de anticonceptivos y la exposición masiva a la pornografía han desvirtuado el concepto de familia, relegando la procreación a un segundo plano.

La urgencia de un cambio de rumbo

Para revertir esta tendencia, Chile necesita un cambio cultural profundo en torno a la maternidad y la paternidad. Además, es crucial que se implementen políticas públicas que respalden a las familias y promuevan la educación sobre la importancia de la reproducción responsable.

Sin un cambio de rumbo, Chile podría enfrentar una extinción demográfica inevitable en las próximas décadas, con consecuencias irreparables para la continuidad del pueblo chileno.


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