Ya ni el Derecho Penal es obstáculo : La moral y la ley pasados por el Arco del Triunfo. En la foto, junto a la presidenta comunista de la cámere de diputedes junto al “sheriff”

Un valiente medio regional chileno, destapa la alcantarilla. Explicita: Lo que esconde López Barrera.
Rodrigo Alejandro López Barrera nació en Los Andes el 6 de diciembre de 1975. Hace poco menos de un mes cumplió 49 años; los que celebró convertida, gracias al cambio de sexo registral, como María Alejandra López Barrera. Para concretar dicha modificación, no fue necesario realizar intervenciones quirúrgicas, ni contar con un certificado médico; sólo llegó hasta el Registro Civil con dos testigos. Recordemos que etimológicamente testigo, significa testículo, así que etimológicamente, y como dicen en la madre patria: “llegó con dos cojones”…esto es con dos testículos.
Desde muy temprana edad, López Barrera financiaba su adicción a las drogas con la realización de favores sexuales. Se convirtió en Presidente de Traveschile Aconcagua, entidad a través de la cual solicitaba fondos municipales para cursos de peluquería y de corte y confección, varios de los cuales nunca se efectuaron.
Al mismo tiempo, trabajaba en “La Torre 10”, un olvidado burdel de calle Papudo 36 en Los Andes. Y fue en ese lugar, donde desató sus bajos instintos un 29 de febrero de 2004.
Ese día, según consta en la causa RUC 0410006767-1, López Barrera vio a J de 14 años, en la puerta del prostíbulo. Contra su voluntad, lo encerró con pestillo en una pieza. Sus gritos y llamados desesperados a su mamá, mientras forcejeaba para no ser desvestido, no fueron escuchados por ella, que también trabajaba ahí. Abusando de la asimetría corporal, “la Loca María” concretó la violación, no sin antes aplicarle una crema en el ano a la víctima.
¿Eso es un error? no. ¿Es una falta menor? no. Es un delito. Un DELITO. Un CRIMEN.
La justicia condenó a Rodrigo Alejandro López Barrera a 15 años de cárcel, los que cumplió en distintos penales, tanto del norte como del sur del país. En todos tuvo problemas de conducta, lo que le impidió acceder a beneficios, y que le significaron estar casi un año sin recibir visitas.
En marzo de 2019, ya convertida en María Lopez Barrera, dejó la prisión. Al poco tiempo, ya viviendo en San Felipe, se le acusó de tener un clandestino en Avenida Chacabuco.
¿Es baladí una condena de 15 años que cumplió López Barrera, por haber violado y contagiado de VIH a un menor de edad?, Creemos que es un hecho que debe ser conocido por los de a pié.
Y por increíble que parezca, María Alejandra López Barrera tiene su papel de antecedentes limpio. Al cumplir la condena, ésta se borra del sistema. Además, como su delito ocurrió hace 20 años, no queda incluído en el Registro Nacional de Pedófilos.
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Finalmente, respecto al “premio” éste lo despachó la Camara de Diputades a una organización trans por crear un Comité para la Vivienda de “Personas LGBTIQ+“